Por Joel Encarnación Lorenzo
En enero próximo las asambleas de Dios se avocan a un proceso ineludible de elección de una parte de los integrantes del comité ejecutivo. Unos tienen la oportunidad y posibilidad de ser reasignados por el voto de los asambleistas en sus puestos; pero para la función de la superintendencia el cambio es inevitable pues se han cumplido los periodos estatutarios en que consecutivamente un obrero puede ocupar esta función. Enero próximo es un reto para nuestra organización.
Lo anterior nos tiene que hacer volver la mirada a procesos anteriores. Hace varios años, desde finales de la década de los 90, se ha estado dando la práctica creciente de la promoción (hacer campaña) de personas hacia la función ejecutiva más importante a costa de la descalificación de otros obreros. Y ha venido pasando de la auto promoción a una acción en la que amigos de lideres promueven sus aspiraciones de forma tan abierta que crecientemente ha venido rayando en los niveles de la política secular.
En Enero Pasado, quien escribe, en un dialogo, en asamblea, donde se abordaban las dificultades recientes para hacer quórum, tomamos un turno para decir que a nuestro humilde parecer, el problema no esta en los asambleistas, los que conformamos el organismo mas importante del concilio, el problema radica en que nosotros tenemos que volver a la practica bíblica de que Jehová quita Reyes y pone Reyes y dejar de hacer campaña. Las convenciones donde no hay elecciones de superintendente hay dificultad para conformar el quórum, aquellas en las que hay elecciones se hace un caos con el registro y los conteos debido a la desbordante cantidad de personas que asiste. Dos razones se dan para este comportamiento. 1- Creo que estamos inclinando nuestros corazones mas al hombre que a Dios y estamos muy activos en participar del proceso de elegir entre los obreros que se postulan, el que nos inspira mayor confianza. 2- Los líderes han ido guiando la conducta de los asambleistas hacia las personas. Se hace campaña, pagan pasaje, es mas barato el costo de la convención, se dan ofrendas espaciales, y un largo etc.
Todos recuerdan lo que aconteció en las elecciones de enero 2007, todo el tiempo transcurrido para finalmente poder armar el proceso de elegir al nuevo superintendente. Estoicamente la asamblea, con paciencia esperó todo el proceso, nadie salio a comer, nadie se fue a su casa, todos esperamos. Que Bueno seria si para momentos de discusión de propuestas la asamblea fuera tan paciente, si en momentos de ministración hubiera la misma entereza. Que bueno. Pero esta es una pequeña muestra de cómo la atención esta mas en lo coyuntural y personal que en aquello que realmente va a dar solidez a nuestra organización (Lo institucional y espiritual) bajo la dirección de cualquiera de nuestros lideres.
Lo mas preocupante de todo es que luego del proceso, los ganadores se proclaman como los escogidos de Dios, presumen de tener la unción del santo, solicitan el respeto a su autoridad y sin ruborizarse al pensar en sus fueros internos como conquistaron el puesto.
Y ¿Qué papel juega Dios en las elecciones?. Dios nos mira, en su misericordia nos deja, el tiempo nos va demostrando, que la debilidad que percibimos hoy es aquella que hemos sembrado en los momentos cuando empezamos a dejar a Dios fuera de estos asuntos y hemos empezado a buscar posiciones por nuestra cuenta. Un proceso electoral, en cualquier instancia de la iglesia, debe ser el escenario para que Dios establezca su voluntad y para estar convencidos de que Dios y solo Dios hizo su voluntad, deberíamos sacar del escenario todo aquello que tienda a dañar y empañar esa convicción y nos de cómo resultado una voluntad manipulada por medios humanos, esta seria la llamada voluntad permisiva de Dios, en donde el nos mira y nos deja y nosotros cobramos las consecuencias negativas La voluntad perfecta de Dios es aquella en donde el nos habla y nos guía. Los resultados de esta voluntad siempre seria la bendicion de la iglesia.
Pastores todos, no sigamos este juego, en enero permitamos que la voluntad de Dios se establezca, para ello no nos dejemos manipular ni manipulemos a nadie. No pongamos nuestros intereses donde deben primar los intereses de Dios.
En enero próximo las asambleas de Dios se avocan a un proceso ineludible de elección de una parte de los integrantes del comité ejecutivo. Unos tienen la oportunidad y posibilidad de ser reasignados por el voto de los asambleistas en sus puestos; pero para la función de la superintendencia el cambio es inevitable pues se han cumplido los periodos estatutarios en que consecutivamente un obrero puede ocupar esta función. Enero próximo es un reto para nuestra organización.
Lo anterior nos tiene que hacer volver la mirada a procesos anteriores. Hace varios años, desde finales de la década de los 90, se ha estado dando la práctica creciente de la promoción (hacer campaña) de personas hacia la función ejecutiva más importante a costa de la descalificación de otros obreros. Y ha venido pasando de la auto promoción a una acción en la que amigos de lideres promueven sus aspiraciones de forma tan abierta que crecientemente ha venido rayando en los niveles de la política secular.
En Enero Pasado, quien escribe, en un dialogo, en asamblea, donde se abordaban las dificultades recientes para hacer quórum, tomamos un turno para decir que a nuestro humilde parecer, el problema no esta en los asambleistas, los que conformamos el organismo mas importante del concilio, el problema radica en que nosotros tenemos que volver a la practica bíblica de que Jehová quita Reyes y pone Reyes y dejar de hacer campaña. Las convenciones donde no hay elecciones de superintendente hay dificultad para conformar el quórum, aquellas en las que hay elecciones se hace un caos con el registro y los conteos debido a la desbordante cantidad de personas que asiste. Dos razones se dan para este comportamiento. 1- Creo que estamos inclinando nuestros corazones mas al hombre que a Dios y estamos muy activos en participar del proceso de elegir entre los obreros que se postulan, el que nos inspira mayor confianza. 2- Los líderes han ido guiando la conducta de los asambleistas hacia las personas. Se hace campaña, pagan pasaje, es mas barato el costo de la convención, se dan ofrendas espaciales, y un largo etc.
Todos recuerdan lo que aconteció en las elecciones de enero 2007, todo el tiempo transcurrido para finalmente poder armar el proceso de elegir al nuevo superintendente. Estoicamente la asamblea, con paciencia esperó todo el proceso, nadie salio a comer, nadie se fue a su casa, todos esperamos. Que Bueno seria si para momentos de discusión de propuestas la asamblea fuera tan paciente, si en momentos de ministración hubiera la misma entereza. Que bueno. Pero esta es una pequeña muestra de cómo la atención esta mas en lo coyuntural y personal que en aquello que realmente va a dar solidez a nuestra organización (Lo institucional y espiritual) bajo la dirección de cualquiera de nuestros lideres.
Lo mas preocupante de todo es que luego del proceso, los ganadores se proclaman como los escogidos de Dios, presumen de tener la unción del santo, solicitan el respeto a su autoridad y sin ruborizarse al pensar en sus fueros internos como conquistaron el puesto.
Y ¿Qué papel juega Dios en las elecciones?. Dios nos mira, en su misericordia nos deja, el tiempo nos va demostrando, que la debilidad que percibimos hoy es aquella que hemos sembrado en los momentos cuando empezamos a dejar a Dios fuera de estos asuntos y hemos empezado a buscar posiciones por nuestra cuenta. Un proceso electoral, en cualquier instancia de la iglesia, debe ser el escenario para que Dios establezca su voluntad y para estar convencidos de que Dios y solo Dios hizo su voluntad, deberíamos sacar del escenario todo aquello que tienda a dañar y empañar esa convicción y nos de cómo resultado una voluntad manipulada por medios humanos, esta seria la llamada voluntad permisiva de Dios, en donde el nos mira y nos deja y nosotros cobramos las consecuencias negativas La voluntad perfecta de Dios es aquella en donde el nos habla y nos guía. Los resultados de esta voluntad siempre seria la bendicion de la iglesia.
Pastores todos, no sigamos este juego, en enero permitamos que la voluntad de Dios se establezca, para ello no nos dejemos manipular ni manipulemos a nadie. No pongamos nuestros intereses donde deben primar los intereses de Dios.
